La verdad es que si lo piensas fríamente, ¿qué tiene de especial una fiesta?
Una fiesta en tu propia casa.
A no ser por que el compañero gallego, tenga un contacto que le envía por UPS 2 arcones llenos de marisco... y que tiene cogido el punto del pulpo.
A no ser por que desde las tres de la tarde la mitad de los asistentes pinchan música y graban la sesión para subirla a sus webs.
A no ser por que, entre vino bueno, cerveza, porros y risas, las horas pasan hasta que llega la noche, con copos de nieve, con frio en la cara, con ilusión, con la lengua fuera queriendo cazar un copo más, y en una mano en el jean, y la otra abrazando a quien acaba de querer quererte cuanto más mejor.
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