miércoles, mayo 18, 2005

día a día

Entre Woody Allen y el Coto Maltés, que al fin y al cabo es una estatua en Oviedo, o un bar en Madrid;
entre una bella canción, o un partido de futbol un domingo por la mañana;
entre 3 niños revoltosos en una cafetería hasta ahora tranquila,
o tres adultos que hablan de su hipoteca, con un café, una caña y una clara.
Entre ese botón revelador de la joven camarera y la cofia de la cincuentona cocinera.
Entre el ING Direct y el calcetín;
entre la Línea 1 de Metro, y el BMW que me gustatía pilotar.

Entre que no logro ya oir mis pensamientos,
apenas soy capaz de despejar la niebla que oscurece mi cerebro (gris por cierto).
Ya la claridad queda aturdida por el día a día,
el ladrón de mí,
de mi conciencia.

Hay gente que le encanta definir, sobre todo a los enemigos, grandes y pequeños,
visibles, ocultos, mi y una clasificación del contrincante.
Pero el enemigo real, único e inevitable, inoxerable, esl maquiavélico "día a día".

El malvado "día a día" nos bloquea, detiene y aturda.
Nos dispara con ir comprar,
con limpiar la casa,
con planchar,
con "tengo que hacer la comida",
"me gusta la serie de los miercoles y voy a ver la tele..".

Otra ver debo afeiterner, y ella depilarse las cejas;
debería ir al gimnasio para bajar esta tripa,
debería leer más,
debería beber menos.

Y, cuando fue la última vez que pensé?
Tranquilamente?
Sin nadie a mi alrededor que requira algo de mí?

Entre los quieros, y los debos, se me va la vida, día a día.

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