La semana santa se empieza a parecer cada vez más a la primavera del corte inglés.
Sí, solo sabemos que llega por que tenemos vacaciones y por que los precios de los vuelos son mucho más caros.
Ahora podría hacer la típica reflexión sobre este mundo consumista, pero bueno al fin y al cabo ya todos lo conocemos.
Parece incluso más inapropiado, el hacer una reflexión sobre que a penas han puesto pelís en la tele sobre Jesucristo, o sobre que ya nadie de nuestros amigos va a ver las procesiones, ni siquiera nuestras abuelas o tías, alguna de ellas clásicas chupacirios.
Al fin y al cabo, yo perdí toda la esperanza de que aun hubera gente con verdadera fe, (aunque yo la perdiera una noche de fiesta), cuando leí que el 25% de los costaleros de Sevilla eran ateos.
Qué se le va hacer, este mundo lleno de contradicciones, de sinsentidos y de gente que no sabe lo que quiere, ni lo que piensa, o que ni siquiera piensa, rique el destino de todos.
Pues nada, a la mierda.
